30 de noviembre de 2010

La torre del homenaje.

Las ruinas del viejo castillo se ubicaban en lo más alto de un monte casi inaccesible. Las rampas que conducían a él habían sido invadidas por la maleza de la montaña y  el empedrado que las componían habiá sido levantado por las raíces de los árboles que, en hileras, acompañaban la subida. Las nubes encayaban en la torre del homenaje, que aun se mantenía en pie sobre un risco de piedra oradada por el agua y el viento durante siglos.
Junto a la torre, dos personas conversaban con el aliento aun entrecortado tras la subida:
- ¿Subimos a la torre?
- ¿Está abierta la puerta?
- Sí, pero está oscuro.
- Tranquilo amigo, traigo una linterna.

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3 comentarios:

  1. lo que quiere decir, tranquilo estoy a tu lado :)

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  2. Me preguntaba si en estas fechas tan entrañables no nos vas a deleitar con algún texto de los tuyos.

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  3. Eso, Manulli, estírate hombre..XDDD
    Feliz Navidad, amigo.

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