20 de julio de 2010

Braulio

¿Sabes cuándo uno aguanta y aguanta hasta que ya no aguanta más?
Es como cuando te tiran chinitas y chinitas hasta que te hartas de que te tiren chinitas. Hay quien, cuando se harta, lo dice y pide que se le deje en paz. Hay otros que, cuando se hartan, empiezan a devolver las chinitas con más fuerza, sin nisiquiera molestarse en decir que se les ha molestado.
Braulio era el típico tipo de persona mal educada, sin mesura en el lengüaje y con el orgullo de tener repugnancia por todo lo que él no considerase "español". En su mundo, "español" era el arte de la tauromaquia, el Real Madrid -aunque le gustaba más el de Don Santiago Bernabéu, por supuesto, y no éste lleno de crsitianos, gutis y figuritas-, la heterosexualidad homofóbica y las personas sin piercings, tatuajes, melenas ni pendientes.
Adoraba lo "español". Así que lo fusionó con todo lo que él entendía que era España. Su España, la que acaba en Los Pirineos, la que comparte península con Portúgal, la que rodea a Gibraltar, la que se zambulle en el Mediterráneo hasta llegar a Baleares, Ceuta o Melilla, la que se coge un transatlántico para terminar en Las Canarias.
Cuando Braulio pensaba en España, lo hacía pensando en la tierra, en el territorio que ocupaba el país entre las fronteras que quién quiera que fuere definió en algún momento; pero también pensaba en su visión de todo lo "español".
Sin embargo, al pensar en España, nunca pensaba en los demás españoles -costumbre muy española ésta-. Así que idealizaba que todo el territorio español contendría gentes igualitas a él, por lo que otra persona con otras definiciones para lo "español" no sería considerado por Braulio como español.
Personas que no solo saben cuál es su verdad, sino que saben que su verdad es La Verdad; y lo demás es sólo magia en la Edad Media, sonarse la nariz en la Inquisición o no ser nazi en la Alemania del holocausto.
Personas que no entienden un mundo prismático, que se zambullen en pensar que los demás están equivocados sin nisiquiera pararse a escucharlos, a conocerlos, a pensar como ellos...
Es tarde, mucho tiempo sin escribir... salió lo que salió, y por descontado que no podía faltar la palabra España (¡Campeones!)

3 comentarios:

  1. Hola Manuel!Me han encantado los relatos que he leido,pues en algunos me he sentido hasta identificada. Enhorabuena por la forma que tienes de expresar tu instrucción, tienes mucho talento. Como buena seguidora, te seguiré siguiendo.(y te pasaré unas fotos que te debo...jeje)un saludo.

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