Que se cuide el agua de caer como cae, porque el día en el que la tierra se harte de agua la expulsará con violencia al mar, y será entonces cuando todos noten que la lluvia caía sobre un lugar llamado tierra.
Aún el mundo no sabe con quién está tratando. Pero no cabe sino esperar a que, gota a gota, los embalses sucumban y los cauces se derramen. Habrá agua en todos los rostros del mundo.
Y muchas lágrimas como la cosa siga así...
ResponderEliminarBuen escrito Manuel!!!
Un saludo